Muchos asistieron a La Terraza el pasado viernes 24 de agosto para descubrir cómo sonaba un cantaor y un tocaor en géneros como el tango, la cumbia, el vallenato, la salsa y
mariachis. La noche quedó en manos de la agrupación “La Gente Que Me Gusta” dirigida por Rafael Gómez, porque el jolgorio y el sentimiento del flamenco se compenetraron perfectamente con la alegría y el sabor latinoamericano.
En el marco de los Vientos de Agosto nos Traen a España, se llevaron a cabo dos conferencias: España nos dejó más que palabras y Nación e identidad española.
La historiadora Gilma Betancourt en su conferencia sobre la conquista española, citó a Octavio Paz diciendo “Las culturas no chocan, se funden», reflexionando sobre la verdadera
herencia que nos dejó España. Gilma resume el impacto de la conquista española así: “Ningún proceso histórico es sencillo, todos son complejos, mucho más los que implican violencia, los que suponen conquistar y colonizar. Aunque no podemos negar los aspectos críticos de esa experiencia en el continente, sí tenemos que agradecer que quienes protagonizaran ese proceso -los españoles- tuvieran una visión civilizatoria y redentorista. Ésto los llevó a reflexionar, a cuestionarse sobre lo que encontraron, ponderar la belleza, la riqueza, las posibilidades existentes, pero también vieron a los pobladores como seres humanos. Se debatieron en los límites que podía atravesar o que debían respetar en relación con los sometidos, y obviamente hubo abusos, pero también intercesiones importantes que permitieron que muchos grupos se conservaran y que pudieran acceder al horizonte que llegaba, el de Occidente.
España quiso construir un mundo en América y lo logró. Un mundo hermoso y terrible, pero lo terrible no fue culpa de que fuera España, era la época, una manera de pensar y ver la realidad, donde usar la fuerza de trabajo se consideraba legítimo, más bien el hecho de que fuera España, nos ayudó a que heredáramos infraestructura y culturas
hermosas, y que no solo nos quedara desolación, el saqueo y la destrucción”.
En la primera charla Gilma Betancourt hizo que sus asistentes cuestionaran los prejuicios de la conquista española, explicando la influencia de un proceso de histografía que se llevó a cabo a finales de los años 60 y 70, que resaltó los efectos negativos para oponerse a la literatura de los 30 y 40 en la que todavía se exaltaba la cultura hispánica.
El concurso “Cocine paella y pa sus amigos” tuvo lugar en la Terraza el sábado 25 de agosto y se convirtió en un evento que permitió a los socios vivir una tarde en familia. Hay un viejo refrán que asegura que el amor entra por la cocina, y en verdad los sabores encantaron. Cocinar no solo es un acto culinario, sino un verdadero acto de seducción y amor. Finalmente este tipo de eventos buscan integrar a los socios, que se conozcan más y que disfruten juntos de buenas experiencias.
La armonía del compartir, de elegir los ingredientes que enamoren, seguir tradiciones y soñar sabores, fueron las inspiraciones de cinco concursantes que le pusieron el toque secreto para diferenciar su paella.
JUAN GUILLERMO CAMPUZANO
Juan Guillermo fue uno de los promotores del evento y su entusiasmo permitió que muchos amantes de la cocina se le midieran a este nuevo reto: “Fue hecha con mucho cariño,
la idea era participar, que me conocieran el estilo, la forma y mi gusto por la cocina. Siempre disfruto de esta experiencia en familia y con amigos, hace tiempo monté un restaurante
de comida española y ahí tuve la fortuna de conocer un segoviano que me dio los tips para preparar la paella. La base fue el caldo de pescado, sin tanto condimento y un
arroz consistente”.
ANDRÉS FELIPE ESCOBAR
“He estado haciendo paellas desde hace varios años y gustan mucho. Para mí las mejores preparaciones están en Colombia. Lo más importante es la calidad de los productos. Yo
prefiero combinar dientes de ajo con perejil, sal, pimienta, aceite de oliva y los licúo como caldo base, también otras mezclas de pimentón, ají dulce que sofrío y licúo para darle el toque secreto. Me encantó este evento porque unió a los socios alrededor de buenas paellas”.
ALFONSO GUZMÁN
“Me gusta la cocina, mis padres fueron aficionados, mi madre era italiana y cocinaba todos los domingos en la casa y mi papá era un cocinero espontáneo y muy hábil. Siempre me
ha gustado cocinar y mi mayor recompensa es la satisfacción de quienes comen lo que preparo. Uno se pule para tenerlos contentos. Todo lo que integre es importante y más en un club donde estamos entre amigos. He visto muy buena asistencia y gente compartiendo con los cocineros y sus familias”.
RAFAEL ARIAS
“Cocinar es un plan de amigos y familia, nos reunimos alrededor de la cocina para compartir, picar, tomar un trago y charlar mientras el aroma nos abre el apetito. Mi aficción con las paellas me la heredó un vecino, que más tarde se convirtió en el padrino de mi hijo. Él es español y nos enseñó hace muchos años cuáles eran los ingredientes de la verdadera paella, y poco a poco le fuimos dando nuestro toque personal”.
OLGA COROMINAS
«La afición viene de la cultura de mi esposo, que es español. Yo vivía cerca de mi suegra y ella me enseñó a cocinar porque yo no sabía nada. Mi cuñada también cocinaba muy bien y
aprendí de las dos. Aprendí tanto que cuando había un evento, todos votaban porque yo la hiciera. Me parece espectacular este concurso, yo cocino con amor y me encanta complacer a mis invitados”.
Este evento se organizó como iniciativa de los propios socios, quienes deseaban una nueva alternativa de integración en el Club. El evento fue gratamente acogido y se prepara una
nueva versión. Felicitaciones a Olga Corominas, quien por votación y elección de los jueces, fue la feliz ganadora de un viaje ida y regreso para dos personas a España. El segundo puesto se lo llevó Alfonso Guzmán quien ganó una ancheta de vinos.