Luz Adriana Hoyos tiene un alma de mundo. Con su simpatía y sencillez ha sacudido muchos paradigmas y ha logrado cumplir esos objetivos que se ha propuesto en su carrera profesional. Desde hace 15 años, se decidió a perseguir sus dos más grandes amores: el arte y la cultura, por esta razón, ha trabajado incansablemente por promover espacios, publicaciones y artistas, pues considera que “lo que más hace falta en el mundo es desarrollar nuestra sensibilidad y creatividad”.
Esta caleña de 41 años, asegura que el éxito en su búsqueda profesional ha sido la combinación de diferentes saberes y profesiones con altas dosis de intuición. Es así como se dedicó al periodismo cultural y después de varios años decidió cursar una Maestría en Historia en la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, donde se interesó particularmente por la historia cultural y la historia de las mujeres. Posteriormente, ganó una beca con el Ministerio de Cultura de España, lo que le permitió trabajar por un tiempo en los museos estatales de ese país. A su vez, hizo parte del equipo del Museo Colsubdidio y de la Galería Mundo de Bogotá. De esta última vivencia asegura que fue una de las experiencias más enriquecedoras de su vida, pues le permitió conocer grandes maestros colombianos desde la intimidad de su taller.
Actualmente, se desempeña como docente de la Pontificia Universidad Javeriana de Cali y desde hace 8 años decidió comenzar a trabajar como curadora independiente con un claro objetivo: la visibilización de las mujeres artistas en Colombia. Desde ese momento ha llevado a cabo diversos proyectos de los que se enorgullece, particularmente de dos, la exposición “La novia del viento” que realizó en el Museo Universitario de la Universidad de Antioquia en 2013, dónde reunió el trabajo de 40 artistas colombianas, y la exposición “Medusas: Mujer mito. Mujer sombra”, con la cual se ganó el premio de curaduría del Museo de Arte Contemporáneo de Bogotá en 2016.
Luz Adriana llegó al Club Campestre de Cali como la nueva curadora de los espacios culturales que cada vez toman más protagonismo en el Club. Ella, con su amplio conocimiento y sensibilidad ya ha proyectado una agenda hasta el 2021: “con la galería La Pared y la apertura del nuevo espacio: La otra Pared, lograremos enriquecer el corredor cultural del Club Campestre y promover artistas de nuestra región como también de otros rincones del país. Además, tenemos programada una agenda a partir de febrero de 2020 con visitas guiadas especializadas, conferencias, talleres de arte para adultos y niños, y un curso de apreciación artística para todos aquellos que deseen ampliar su mirada hacia el entendimiento de las artes. Me encanta el Club y sé que hay muchas cosas por descubrir y expresar aquí” concluye Luz Adriana.