El 28 de junio La pared abrió su nueva exposición: “Nativa” del artista Danilo Rojas.
“Nacimos semilla universo. Somos hijos del sol, del agua y de la tierra. Somos el resultado evolutivo de millones de años. Recordar el origen y despertar en nosotros esa semilla, es el primer paso del camino para que la semilla humana se desarrolle en sincronía y en sinergia con el medio que nos rodea”.
La palabra “nativa” proveniente del latín nativus, significa “que nace”, nos habla del lugar, del momento y las maneras en la que surge la vida en su multiplicidad de expresiones, formas y presencias. Nos encontramos ante un manifiesto que describe nuestra relación con el origen, con nuestro punto cero en el que cohabitamos desde siempre en armonía con todas las manifestaciones de la creación.
En esta ocasión, contaremos con un conjunto de pinturas que nos invitan a adentrarnos en una serie de universos cargados de gestos, planos y superficies, dotados de elementos que traslucen la calma, armonía y profundidad con la que el artista concibe y observa los procesos del mundo natural, en donde nos propone conectar con nosotros mismos a través del poder y la presencia de la naturaleza, comprendiendo que ella es la fuente de todo y que todos pertenecemos, estamos ligados e interconectados por ella.
En estas obras Danilo describe su relación particular con el mundo espiritual a partir de su conexión profunda con el entorno circundante, de su entendimiento de la vida en sus estados más sutiles y sublimes, trasportándonos a otros estados de conciencia y conocimiento de nuestro ser interior. Desde su trabajo explora la experiencia natural, emocional y espiritual del arte; su instrumento, la pintura, le permite transmitir acontecimientos sensibles que percibe y persigue constantemente en su búsqueda como ser y creador y que, en esta muestra nos comparte para conducirnos a pensarnos en relación con lo originario, con el lugar del que venimos y del que nacemos, al que todos pertenecemos.
Nativa nos presenta una pintura que nace desde la meditación y la respiración; su hogar, es el silencio. En actos de reflexión y contemplación, se develan ante los ojos del alma las consignas de la naturaleza que activan nuestras conexiones con el todo, es aquí donde el artista capta y traduce este universo incorpóreo e intangible, y es, desde ese estado poético, desde donde Danilo explora los elementos esenciales de la naturaleza, así como sus fuerzas, en particular, aquella centrifuga de la que nace, brota y germina vida.
Curaduría: Irina Rolön