La fotografía artística, Fine Art o de bellas artes, es una corriente fotográfica que permite componer sobre la fotografía para evocar emociones y transformar la captura inicial en obra de arte.
En Europa esta técnica es muy conocida, pero poco se sabe de ella en Colombia debido a que la ambientación de los escenarios requiere vestuario y accesorios de los siglos XV y XVI.
Sebastián Van Ghöndi inauguró el segundo nivel del corredor cultural del Club Campestre de Cali con una polémica exposición de Fine Art. Este nuevo espacio se destinará al público joven y se ubicará en el segundo piso que conecta el gimnasio con el spa de damas.
Sebastián nos cuenta que Holanda, Francia e Italia son los países con más auge en Fine Art y que él, en Colombia, contó con la ventaja de conocer a la experta en vestuario, Martha Quinchía, para facilitar el montaje de
sus fotografías. Afirma que con su obra quiere despertar la sensibilidad que ha perdido la humanidad en general, la indiferencia ante lo que se debe repudiar.
Sebastián es un artista caleño de 25 años apasionado de la fotografía, estudió en la Escuela de Fotografía del Valle en 2013 y después, Diseño de la Comunicación Gráfica en la Universidad Autónoma. Asegura que se desentendió del diseño porque su proyecto de vida siempre giró alrededor de la fotografía.
Es así como empieza a trabajar en moda y belleza, siguiendo como referente al fotógrafo latinoamericano Mario Testino. Finalmente le aburrieron los estereotipos de esta industria y empezó a sentir gran atracción por el arte del renacimineto, específicamente por las obras de Miguel Ángel, Rembrandt y Caravaggio. Esto lo motivó a especializarse en estudios de retoque e iluminación.
“Con mi directora de arte empecé a pensar en un nuevo proyecto: arte crítico, algo que incomodara o que conmoviera.
Fueron cuatro meses de trabajo y dedicación en el que, a diferencia de los pintores que usan un lápiz para hacer su boceto, yo uso mi cámara. Para mí es primordial el encuadre y la iluminación, después, viene la construcción de mi obra con un trabajo pictórico de post producción en donde doy un acabado dramático en claro oscuro, con un mensaje implícito”.
Sebastián está feliz de poder realizar su primera exposición en el Club Campestre de Cali; son ocho fotografías de 90 x 60 cm que más que atraer por su tamaño busca que impresionen por su simbología.
“Quiero que se cuestionen, que se pregunten sobre lo que estamos haciendo como sociedad. Mi obra es atemporal, e invita a que se examinen, que se pregunten sobre lo que ven y del por qué hemos perdido la sensibilidad en lo que le sucede al otro”.